FiscalíasRegión Metropolitana Occidente

12/10/2020

Intervención de profesional de Talagante fue clave en procedimiento que logró frustrar femicidio

La oportuna intervención de la Asistente Social de Talagante, Nelly Cisternas, permitió calmar y contener a una joven, mientras Carabineros acudía en su ayuda. La mujer fue abordada por su expareja con un arma de fuego, obligándola a subir a un vehículo y llevándosela con destino desconocido, mientras amenazaba con matarla.

Nelly Cisternas, Profesional de URAVIT.

El caso llamó de inmediato su atención. Se trataba de una denuncia por amenazas hecha por una joven de 20 años el día anterior -30 de septiembre- en contra de su expololo y padre de su hija.  El perfil del caso asignaba un puntaje Alto en la Pauta de Riesgo que manejan como equipo Uravit Regional. Esto, pues el sujeto registraba otra denuncia estampada el mismo día, pero de su actual pareja. 

Todo ello prendió una luz de alerta en la mente de la Asistente Social de la Fiscalía de Talagante, Nelly Cisternas. “Cuando revisé el sistema para ver el perfil del denunciado, vi que también el día anterior su pareja lo había denunciado por ir a su lugar de trabajo con un arma de fuego. Por ello, el caso se apreciaba delicado”, cuenta hoy, más calmada, tras haber vivido a través de la línea telefónica un hecho que pudo terminar en tragedia.

Eran cerca de las 16:30 horas del jueves 1° de octubre cuando llamó a quien había interpuesto la denuncia. Quien le contestó al otro lado del teléfono era una joven que reside en Padre Hurtado. La mujer le contó cómo había sido el pololeo con este hombre apenas unos años mayor que ella, con quien tenía una pequeña hija, pero con el cual nunca convivió. Le relató varios episodios de agresiones y le contó que desde que pusieron fin al pololeo, se había tornado celoso y posesivo. Pese a que habían terminado hace un año y medio, él continuaba hostigándola, le dijo.

Como la comunicación era muy deficiente, la profesional le pidió que la llamara cuando ya estuviera en su casa.

Cerca de las 17.30 horas, recibió una llamada por whatsapp. Era la joven, llorando. “Me decía: ‘señorita, ayúdeme. Me quiere matar, me está chocando. Llame a los Carabineros, por favor’”, cuenta Nelly.

Pese a no tener claro lo que pasaba al otro lado de su teléfono, Nelly entendió rápidamente que estaba siendo parte de una emergencia que ocurría en tiempo real. “Me di cuenta que se trataba de un hecho grave. De inmediato, llamé a la Fiscalía y le pedí a Karla Rodríguez (Secretaria de la Fiscal Jefa de Talagante) que llamara a Carabineros”.

Nelly volvió a llamar a la joven, quien le indicó su ubicación, le dijo que estaba en un sector rural de Padre Hurtado y que por el lugar transitaban algunas personas. “Aquí hay gente y no me ayudan”, le decía, desesperada, mientras le repetía que su expareja la quería matar.

Un viaje que casi terminó en tragedia

Solo una hora antes de que contactara a Nelly, la joven conducía su vehículo en dirección a su domicilio acompañada de su actual pareja. Iban conversando cuando, de pronto, se dieron cuenta que eran seguidos por una camioneta blanca, marca Nissan. Cuando la joven logró distinguir al chofer del vehículo que los embestía, se dio cuenta que era su ex pololo. Mientras la camioneta seguía chocándole la parte trasera del vehículo, la joven aceleraba el auto, tratando de perderlo. En su huida, ingresó al interior de una parcela, en la que se terminaba el camino, lo que la obligó a detenerse. En ese momento, su expareja se bajó de la camioneta, con un arma de fuego, abrió la puerta del vehículo y comenzó a forcejear con la joven para bajarla del auto. Apuntándola en todo momento, tras varios minutos de tironeos y amenazas, logró subirla a la camioneta, obligándola a conducir, mientras aceleraba el vehículo. Mientras avanzaban por el camino rural, él le decía que la iba a matar y que “prefería que estén los dos muertos antes que ella esté con otra persona”.

Es en ese momento que la joven logra enviar su ubicación por WhatsApp a Nelly, quien da aviso a personal de Carabineros de la Subcomisaria Padre Hurtado.

Aviso a Carabineros y contención

Ante la impotencia de no poder hacer algo más, la profesional toma una decisión. “La llamo y le digo que me pase con él. Cuando me comunica, le digo ‘ándate, déjala tranquila, ándate para evitar más problemas’, pero él me dice que no se va a ir, que la quiere ir a dejar a su casa”. 

Pasan unos minutos y Nelly ya no logra comunicarse. No le contestan. De pronto, llegan a su celular audios de la joven, describiéndole el sector en el que se encuentra y lo que ve. La mujer le dice entre sollozos que van en una camioneta blanca y le grita: “dígales que se apuren”, refiriéndose a Carabineros, a quienes su pololo, quien se había quedado en el vehículo, había llamado. 

Cuando el hombre se da cuenta de que su expareja había dado aviso a Nelly, detiene el vehículo, lanza a la mujer hacia la calle, y huye en la Nissan blanca.

En el último de los audios, la joven le dice que “la dejó botada y que se había escapado”. Nelly respiró aliviada. “Cuando la deja y se va, ya la oí más tranquila y recién ahí me pudo contar lo que realmente había pasado”. La Asistente Social siguió hablando con ella, hasta que los funcionarios policiales llegaron a buscarla.

Huida, detención y formalización

El aviso de Nelly y de la pareja de la joven a Carabineros, indicándoles el lugar en que se encontraban la víctima y su agresor, puso en marcha un operativo policial, que culminó con una persecución. Viéndose acorralado, el hombre se bajó del vehículo y comenzó a correr, dándose a la fuga por entre medio de unas parcelas. Finalmente, el sujeto logra huir, sin ser detenido.

Teniendo a la vista los antecedentes, a través del relato que realizan Nelly y los funcionarios policiales, esa noche el fiscal de Talagante, Eduardo Pontigo, solicita una orden de detención, la que es autorizada por el Juez de Garantía Local la madrugada del viernes 02 de octubre. Cerca de las 11:00 horas de ese día, el joven es detenido en la comuna de Maipú por efectivos de la Comisaría de Peñaflor.

Al día siguiente, el sábado 03, en el Juzgado de Garantía de Talagante, es formalizado por los delitos de Femicidio frustrado en contra de su ex pareja y Daños (por el choque del vehículo). El fiscal Pontigo lo formaliza, además, por Amenaza en el Contexto de Violencia Intrafamiliar, a raíz de la denuncia hecha por la joven madre, y por Lesiones Menos Graves, causadas a su actual pareja.

Ese sábado, el joven quedó en prisión preventiva, medida que se mantendrá durante los 120 días otorgados por el Tribunal para efectuar la investigación.

Pese a lo brutal del hecho que vivió solo horas antes, la joven quiso estar presente en la formalización.

Una reflexión y un aprendizaje

En estos días, Nelly se ha mantenido en permanente contacto con la joven, y se ha preocupado de ayudarla en lo institucional, poniéndola en contacto con Sernameg, la red de protección del Ministerio del Interior, al tiempo que le explica los pasos que vienen, tanto en lo penal, como en lo que tiene que ver con su reparación como víctima de un hecho tan grave.

“Quiero que ella sepa que estoy disponible para ayudarla y orientarla en los trámites y procedimientos que vienen”, dice.

Y si bien, solo se conocen a través del teléfono, entre ambas se creó un lazo que se mantendrá durante los meses que vienen.

Es, precisamente, esta especial forma de contacto y conexión lo que motiva una reflexión por parte de Nelly. “Antes de la pandemia, cuando atendíamos presencialmente, había una cierta formalidad, un marco en el que nos tocaba movernos e interactuar con las víctimas. Hoy, en lo virtual, esa distinción se ha desvanecido, y se ha ido creando, en cambio, un espacio de confianza y horizontalidad. Por lo mismo, ante una contingencia tenemos que estar mucho más preparadas para afrontar este tipo de casos, especialmente en términos de contacto más expedito y de tener acceso más rápido a los funcionarios policiales”, dice. Plantea que, como equipo de Talagante, lo ocurrido les ha planteado la relevancia de tener canales expeditos con las policías, de manera de que, “en caso extremos como éste, sepa a qué persona llamar en las distintas comisarías de la comuna”.

Termina, destacando lo positivo de este episodio. “Me alegro de haber estado en contacto con ella en momentos tan difíciles y, sobre todo, de poder comprobar que los canales institucionales y llamados de alertas, aunque no todo lo rápido que una quisiera, funcionaron, y que el imputado hoy está detenido y formalizado. Eso me da mucha tranquilidad por la víctima”.