FiscalíasRegión de Tarapacá

20/03/2018

Tarapacá: Con los testimonios de familiares continuó segundo día de juicio por secuestro de Vergara

Las declaraciones dieron cuenta de la vida de la víctima y de los hechos acaecidos el 13 de septiembre de 2015 en su casa de Alto Hospicio.

El juicio continuará hoy con el testimonio de otros testigos presentados por la Fiscalía.

Entregando nuevos detalles sobre lo que ocurrió el último día que José Vergara estuvo en su casa, cómo fue sacado desde su domicilio por los carabineros hoy acusados, y cómo se fue develando esta situación posteriormente, continuó el juicio oral con los testimonios de familiares de la víctima.

Una de las hermanas de José Vergara, Alicia, explicó que en reuniones sostenidas en la comisaría de Alto Hospicio los días 23 y 30 de septiembre, dos de los carabineros involucrados negaron ante la familia y ante la jefatura policial, haber sacado detenida a la víctima desde su casa el día de los hechos. “El capitán Pinochet fue el único que nos creyó”, agregó Alicia, señalando que la noche del 30 de septiembre llamaron a su papá para avisarle que uno de los carabineros había confesado que sí habían sacado a su hermano el día 13.

La hermana confirmó además que su hermano no tenía amigos ni polola, que era muy apegado a su padre y si bien salía en el día a caminar por Alto Hospicio recolectando latas y chatarras para luego venderlas, siempre volvía su casa por las noches. Explicitó que ella y su familia participaron en todas las labores que búsqueda que se extendieron por varios meses, y que incluso viajaron a Santiago para conseguir con el Gobierno los fondos necesarios para que la policía pudiera buscar a José en los piques que existen en el desierto.

En la jornada de la tarde declararon los hijos de la madrastra de José Vergara, Cristopher y Pedro Vásquez. El primero estaba en la casa cuando fue carabineros y vio cómo se lo llevaron esposado en el furgón policial, y el segundo declaró sobre cómo era José y lo que hacía diariamente, recalcando que era una persona que caminaba mucho por la comuna y siempre sabía volver  a su casa, pero que no entablaba conversaciones con extraños.