• Los ilícitos fueron cometidos por el acusado en contra de su nieta en la vivienda compartían. 

Ante esta Sala del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Valparaíso, integrada por el Juez Presidente de Sala don Wilson González Díaz y por los Jueces doña Pamela Peralta Farrugia y doña Paula Ramos Vergara se llevó a cabo el juicio en contra de un hombre de 62 años por delitos de connotación sexual cometidos en el Cerro Lecheros de Valparaíso en contra de una víctima menor de edad. 

El Fiscal de Valparaíso, Juan Emilio Gatica, expuso durante el desarrollo del juicio todos los delitos de los que había sido víctima una menor de edad entre los 3 y 9 años de vida. Ilícitos cometidos por su abuelo materno en la vivienda que compartían y que terminaron tras una primera develación que permitió su traslado a otra ciudad.

El Ministerio Público presentó prueba testimonial y documental, que incluyó la declaración de la propia víctima y su círculo cercano. 

“No hay razones para estimar que haya podido inventar una mentira sostenida por tantos años, la víctima tenía relaciones de afecto con el acusado lo que hace más creíble su declaración. No hay pruebas de inoculación del relato, ni de la psicóloga, de la persona de Perú, ni de la policía ni menos de su madre. (…) La prueba de defensa da cuenta de una maquinación de parte de Patricia, pero ello no tiene asidero alguno con el resto de la prueba rendida en el juicio”, señaló el Fiscal Gatica en sus alegatos de clausura. 

Antecedentes que ponderó el Tribunal, quien estimó que el acusado era culpable más allá de toda duda razonable de los hechos contenidos en la acusación. 

“El Tribunal estableció en el considerando décimo primero las razones para estimar que el relato de (la víctima) era válido, tanto por la convicción que la propia víctima creó en estos jueces, como analizando su relato en conjunto con la restante y abundante prueba rendida en juicio; por lo que en definitiva el Tribunal no dio por establecidos los hechos en relación a hipótesis, sino en lo que la prueba de cargo demostró, más allá de toda duda razonable”, señala la sentencia.

Fue condenado como autor de abuso sexual a menor de 14 años reiterado, un abuso sexual calificado a menor de 14 años, abuso sexual sin contacto a menor de 14 años reiterado y un delito de violación de menor de 14 años cometidos en fechas indeterminadas en contra de la misma víctima entre los años 2008 y 2013. Fue sentenciado a 15 años y un día de presidio mayor en su grado máximo, además de accesorias legales, pena que deberá cumplir de manera efectiva.