El imputado, que fue detenido tras robar casi 31 kilos de cable en el sector de El Boro, Alto Hospicio, formaría parte de una cadena delictual dedicada al robo de cables de cobre y que ha afectado a varias empresas de la región.

Trece corresponden a la comuna de Alto Hospicio y a lo menos cuatro de ellas se refieren a lesiones graves que afectaron a personas que recibieron disparos de perdigones.

El imputado, junto a otros tres sujetos -que están con orden de detención-, siguieron a las víctimas desde el banco donde retiraron el dinero hasta un restorán, logrando sustraerle los 28 millones que mantenían en una mochila.

Fue formalizado por los delitos de manejo bajo la influencia del alcohol con resultado de muerte y huir del lugar sin prestar auxilio a la víctima.

En un container que simulaba tener productos cosméticos y de salud, se encontraron más de tres mil balas de distintos calibres, trece mil proyectiles y una máquina para fabricar municiones.

Hasta la fecha ya son siete las personas imputadas por estos hechos y otras tres se mantienen con orden de detención pendiente.

Dos adultos y un adolescente fueron detenidos la madrugada de hoy. Un cuarto miembro de la banda está privado de libertad por otros hechos, mientras un quinto participante, de nacionalidad boliviana, mantiene orden de detención.

Esta nueva forma de tomar declaraciones a los niños, niñas y adolescentes víctimas de delitos graves, busca evitar la revictimización que generaba en los menores de edad las múltiples veces que debían relatar los hechos que les habían afectado.

Ingresaron hace tres meses al país y ya habían arrendado una casa en Alto Hospicio donde estaban instalando todo el equipamiento necesario para el invernadero.

El comerciante, junto a su hijo, son investigados por su vinculación con una organización criminal dedicada al contrabando de cigarrillos que fue detenida a fines del año pasado, en un operativo coordinado por la Unidad de Drogas de la Fiscalía de Tarapacá y la Policía de Investigaciones.